Las personas, todas son diferentes y algunas impredecibles. Nunca sabes como van a reaccionar ¿Bien o mal? No lo sé. Cada persona es un mundo distinto, con diferentes ideas, con diferentes pensamientos.
Todas tenemos miedo a que nos juzgen y siempre hay cosas que no contamos a nadie y nos las tragamos solos.
Todo el mundo, o casi todo quiere tener una buena reputación y ser respetados, pero ¿Qué importa?
Cada persona va a pensar va a pensar una cosa diferente de ti hagas las cosas bien, o mal. Hagas lo que hagas, la gente va a pensar lo que le de la gana y a fin de cuentas no se nos conoce por como somos, si no por lo que hacemos. Se nos conoce por nuestros actos, únicamente eso.
Siempre ha habido rivalidad entre unos y otros, esa envidia y deseo de ser superior. Todo el mundo es ambicioso, todo el mundo quiere aspirar a más pero se ciegan en esa idea y no piensan en las consecuencias.
La envidia es insana y saca lo peor de las personas ¿De verdad quieres eso?
La envidia rige el mundo, y así nos va. Hay que aceptar lo que uno es, lo que uno tiene, y a lo que uno puede aspirar.
La envidia hace que personas que pueden dar más de sí se vuelvan retorcidas e hipócritas, que para saciar su sed de envidia sólo pueden meterse con otras, insultándolas, infravalorándolas etc. porque en el fondo eso es lo único que llena a dichas personas.
Vive a gusto contigo mismo y deja vivir por que si siguen, ese tipo de gente, por ese camino sólo pueden acabar de una manera, solos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario